Venezuela perdió 2,1% de la floresta, señala el informe de 2011 de la FAO correspondiente a ese habitat.
2011 fue establecido por la ONU como el Año Internacional de los Bosques, y Venezuela lo celebraá entre altibajos en materia forestal. Por una parte, de acuerdo con el informe: "Situación de los Bosques en el Mundo 2011 de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación", Venezuela continúa en el décimo lugar de los países con mayor tasa de deforestación. Por otra parte, el Estado venezolano, según lo señala la Memoria y Cuenta del Ministerio del Ambiente de 2009, continúa haciendo esfuerzos por disminuir el impacto causado por incendios forestales y conservar y mantener los parques nacionales.
No obstante las iniciativas gubernamentales, todavía el país no ha podido variar su posición en el ranking de deforestación desde el reporte anterior, publicado en 2009. La FAO indica que la tasa de deforestación en Venezuela es de 288.000 hectáreas al año, lo que significa la eliminación de más de 200.000 árboles cada día, según cálculos de expertos.
El documento fue presentado durante el lanzamiento del Año Internacional de los Bosques, realizado en la 9ª Sesión del Foro de Naciones Unidas sobre Bosques, en Nueva York, Estados Unidos.
Las estadisticas de esa organización muestran que la superficie boscosa del país disminuyó de 59% en 1990 a 54,1% en 2005. En los anuarios recientes (2009 y 2011), la FAO registró que entre 2005 y 2010 el país perdió 1438 millones de hectáreas de bosques (de 47.713 millones de hectáreas a 46.275 millones). Es decir, Venezuela pasó de tener en 2005 54,1% de su superficie cubierta de bosques a 52% en 2010.
Los números venezolanos van a contravía de la tendencia de la última década en el resto de América del Sur y el Caribe. Allí, la tasa de deforestación se redujo, aún cuando las pérdidas netas anuales superaron 4 millones de hectáreas entre 2000 y 2010.
En peligro las cuencas. La mitad del territorio nacional está ubierto por bosques, que en su mayor parte están situados al sur del Orinoco, en Guayana. No son tierras fértiles o apropiadas para la agricultura y la ganadería. "Por eso es equivocado pensar que su eliminación permitiría producir alimentos eficientemente para el país", indica José Lozada, ecólogo de la Universidad del Zulia, "además, esos son territorios ocupados por comunidades indígenas, son sus tierras ancestrales".
Lozada indica que en el norte, donde se encuentran las grandes ciudades de Venezuela, existen bastantes sistemas boscosos asociados a las coordilleras de Perijá, los Andes, de la Costa y el Macizo de Turimiquire.
Esos bosques cumplen dos funciones fundamentales para la sociedad: son la garantía de la biodiversidad del país y del agua potable requerida por 80% de la población. "Son ecosistemas que deben ser preservados".
Lozada indica que existe preocupación entre los ecólogos por la pérdida de floresta en el país. "Hace 60 años teníamos más cobertura". Ahora, dice, han desaparecido los bosques que existían en las tierras bajas de los llanos occidentales, centrales y orientales. También, los que estaban en los alrededores del lago de Maracaibo. "En esa zona no queda un bosque originario".
En los llanos sólo queda una superficie boscosa limitada, que es la Estación Experimental Caparo, manejada por la Universidad de los Andes (ULA). Tiene 7900 hectáreas y está amenazada por invasores desde 2004.
Agrega que existe un alerta entre diversos grupos ambientalistas, incluyendo la Asociación Venezolana para la Conservación de Áreas Naturales, por el avance de la frontera agrícola en el estado Bolívar, donde se encuentra gran parte de la Amazonia venezolana.
Tomado del diario "El Nacional", del día viernes 11 de febrero de 2011. Cuerpo Ciudadanos, página 5.
Las cuencas hidricas del país requieren de la protección del Estado venezolano. Especialmente en la región norte-costera del país en la cual se ubica la mayoria de los centros más densamente poblados de la nación.
ResponderEliminarAl mismo tiempo se deben retomar intentos en función la idea de construir desarrollos habitacionales y ciudades en armonía con el ambiente en territorios de los llanos centrales y el sur venezolano, pero acompañados de fuentes de empleo que posibiliten le estabilidad de esos pobladores en ese lugar que posee abundancia de terrenos habitables y el valioso recurso hidrico. De esta manera contribuiriamos a mejorar las condiciones de habitabilidad de la franja caribeña nacional, producto de lo atractivo que sería migrar hacia los nuevos centros creados.