viernes, 11 de febrero de 2011

Institutos de Educación Superior, entes productores de saberes y transformadores de la realidad.

La Universidad actual, sin duda alguna, debe asumir el reto de concebir una verdadera cultura de uso adecuado del ambiente, de la mano de sus comunidades nutridas de los más diversos extractos de la población.
Es que el tiempo se acorta aceleradamente y sería un adsurdo, que en poco tiempo destruyamos lo que a la naturaleza costó millones de años construir. De esta manera, debemos pensar, actuar y evaluar en nombre de un estricto ganar-ganar, que revierta el deterioro que, un irresponsable ser humano causa al planeta. En tal sentido, falsas posturas, hipócritas concepciones y desleales actuaciones, deben desecharse, en nuestra relación con el medio-ambiente, a menos que decidamos asumir definitivamente y sin complejos el papel de "suicidas", que no contentos con diezmar a las demás especies y seres vivos, acabamos con nuestra presencia en el planeta, casí como el "embriagado que decide ponerse frente del volante, llevando en su vehículo a toda su familia, viajando en contravía a exceso de velocidad".
De conformidad al planteamiento anterior, las Instituciones Educativas Superiores deben asumir la vanguardía en función de la transformación societal dirigida a la busqueda del "equilibrio", que a corto plazo desacelere "la loca carrera", a mediano plazo comience la regeneración del planeta y a largo plazo, permita alcanzar la sustentabilidad en el mismo, reconciliandonos con la "madre Tierra" que decidió albergarnos como especie, y bastante supo soportar nuestro comportamiento inconciente.
Por lo tanto, la Universidad debe concebir un agresivo plan de educar para la sustentabilidad, a fin de que sus egresados asuman a conciencia el rol de acompañantes de la naturaleza y no el de dueños absolutos y posesivos de un mundo que creemos inagotable e imperecedero.
Todo el esfuerzo tecno-científico debe ponerse al servicio del planeta, utilizando racionalmente sus recursos e invirtiendo en proyectos que descontaminen, limpien y devuelvan la "salud" al ambiente, posibilitando su accionar regenerativo, que como "nueva sabia fresca" dará la vida necesaria para el armónico desarrollo de la vida planetaria.
Ese sueño, perfectamente factible, será realidad con el despertar de la conciencia planetaria del nuevo ser, que saldrá de las aulas de una universidad que "surgió para vencer las sombras".

1 comentario:

  1. Buenos días Néstor, muy interesantes son estos artículos que publicastes.
    Sobre la Sustentabilidad y la Educación Superior es importante hacer énfasis; en este caso el docente orienta a participantes adultos con mayor grado de responsabilidad y pensamiento crítico, por tal motivo, resultaría más fácil que comprendieran la situtación de nuestro planeta y todo lo que podemos hacer para preservarla y amarla...Muchos Saludos;
    Gleyda

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